miércoles, 31 de octubre de 2007

La técnica del caballo (I)


Que a las mujeres les gusta lo difícil no es novedad. Cuanto más inalcanzable más lo desean. Y esto no es un dato menor al momento de la conquista, del trabajo fino, del chamuyo. Llamado va, chateo viene. Algún que otro encuentro nocturno, quizás un par de roces, pero no lográs que ella se interese por vos. Te cansaste de ser siempre el primero en hablarle, “¿Acaso no le importo? ¿Está con otro?”, son algunas de las dudas que te planteás. Como la magia no existe, de vos va a depender que la situación cambie.

La técnica del caballo de ajedrez nos va a ayudar. Dos para adelante y una para el costado, así es como se mueve el equino, y es justamente eso lo que vamos a hacer nosotros. Dos bien, una más o menos. Que se confunda, que dude, que se pregunte cosas. Ya no va a ser ella la que maneje los tiempos de la relación; vamos a lograr que ella quiera saber de nosotros, que hacemos, donde andamos, con quien estamos.

La técnica del caballo (II)


Entonces… ¿en que consiste esto de hacer una bien y una mal? Hete aquí algunos ejemplos:

  • Salimos con ella un viernes y pasamos una noche maravillosa. Bárbaro, pero no le volvamos a hablar en todo el fin de semana. Recién el lunes confundámosla con un frió mensaje de texto.
  • Un cambio de planes a último momento: “Perdóname pero mis amigos no querían ir donde están tus amigas, así que estamos yendo para otro lado”
  • Desinformemos a la chica sin avisarle nuestros programas. Horarios sospechosos, mensajes misteriosos.
  • Un llamado a mitad de semana para salir a tomar algo, una noche romántica seguida de un día “con tanto trabajo y estudio que ni tiempo tuve de prender la computadora, perdóname”.

De eso se trata, de no darle todo. ¿Qué gracia tiene para ellas, saber que nos tienen servidos en bandeja? Si venimos haciendo las cosas bien, un paso en falso siempre sirve. Todas son un poco histéricas, algunas más y otras menos, usemos sus propias armas contra ellas. Obviamente hay que mostrar interés, ser atentos y caballeros, pero si se pone difícil, la técnica del caballo puede ser útil. A nadie le gusta la fácil, y menos a las mujeres difíciles…

sábado, 27 de octubre de 2007

¿Como combatir el "tengo novio"? (1)

“Todo iba bien, había buena onda, mismos gustos, hasta que me dijo que tenía novio y me fui, sentí que estaba perdiendo el tiempo” me contaba un amigo sobre una chica que había conocido. ¿Qué gran dilema, no? Darse a la fuga o seguir intentando y buscando esa remota posibilidad de infidelidad. ¿O fue una simple mentira para sacarnos de encima? Vamos por partes. En caso que la chica este de novia, no quiere decir que sea fiel. Irse sin haber intentado algo es un error que generalmente cometemos todos. Lo que primero vamos a hacer es indagar un poco sobre su noviazgo, empecemos con un simple “¿Hace cuanto están?”. Cualquiera sea su respuesta, nuestra reacción va a ser la misma, aunque con doble discurso. En caso que la chica acarree una larga relación de años, vamos a hacer comentarios como “¡Ahhh un montón de tiempo!” “¿Mucha rutina? Debe ser complicado tanto tiempo” “¿Y no estás aburrida de estar siempre con el mismo?” “¡Me imagino que la pasión se perdió hace rato!”. Claro que este tipo de exclamaciones nunca van a ser aceptadas, pero quizás creen un poco de confusión interna. “Me imagino que en tanto tiempo, alguna vez metiste cuerno…”- digamos, pensando en voz alta- haciendo de la infidelidad algo común y familiar.


¿Como combatir el "tengo novio"? (2)



En caso que la relación sea de un par de meses, no van a tardar en llegar comentarios como “¡Ahhh re poco tiempo!” “Todavía se están conociendo” “¡Es un amor muy reciente, aprovechá ahora antes de formalizar!”. Mientras tanto, sigamos hablando, como si aquel novio no existiera, no indaguemos sobre el tema. Remplacemos preguntas como “¿Que esta haciendo él en este momento?” por chascarrillos con estilo y humoradas: “¿¡Y hoy lo dejaste durmiendo y saliste de joda picarona?!”, busquemos el chiste fácil. Seguramente que la chica va a decirnos que está todo bien, que esta en el mejor momento de la relación y que nunca se le ocurriría cagarlo, pero las sonrisitas van a ir asomando de a poco; pido paciencia y tranquilidad. Después de unos minutos de charla, somos nosotros los que nos vamos a dar cuenta qué tantas ganas tiene ella de seguir hablando y qué lugar ocupa el novio en su vida. Obviamente no vamos a perder la noche conociendo a alguien, con quien sabemos que no tenemos chances.

¿Como combatir el "tengo novio"? (3)


“De día hablando con ellas en la playa, todas estaban de novias muy enamoradas, nos mostraban fotos de sus novios, etc…de noche nos las encontramos en el boliche ¡y estaban todas entregadas! ¡No lo podíamos creer!” me decía Gastón, recordando el varano pasado en Pinamar. Hasta la más segura puede caer en la tentación. Las vacaciones y la distancia pueden ayudar al momento de cometer una infidelidad. Su buena predisposición para hablar, puede ser una buena señal. Prestar atención a estos detalles es importante para hacerla caer en la trampa. Hacela creer, con sutileza, que le podes dar cosas que su novio nunca podría. Inventar una novia también podría ser efectivo: de esta manera las culpas serían repartidas y la chica no se sentiría tan responsable. Que la palabra infidelidad le suene familiar, que no lo vea como un pecado sino como una aventura.


¿Alguna pudiste contra el famoso“tengo novio”? ¡Contá tu logro! ¿Usaste alguna técnica en especial o fue tarea fácil?

martes, 23 de octubre de 2007

La primera cita (1)


Son varias las sensaciones previas a la primera cita: ansiedad, inseguridad, incertidumbre, nervios…como nos vamos a desenvolver en ese encuentro, va a marcar el camino de una relación, o quizás, lo vaya a borrar para siempre. Empecemos por sacaros un poco de presión y estar tranquilos, no va a ser ni el último ni el primer encuentro. Pensemos en pasar el rato y divertirnos.

La imagen, la vestimenta, el aspecto y el lugar al que la vamos a llevar, pueden ser definitorios en tiempo de descuento. Como cada uno tiene su onda y todas son válidas, no quiero entrar en detalles sobre moda y ropa. En cambio, el lugar que vamos a elegir, sí va a ser clave. No caigamos en la indecisión ni cometamos el error de darle la posibilidad de elección a ella. Generalmente dicho diálogo desemboca en largas charlas: “Elegí vos”, “A mi me da lo mismo, elegí vos”, “Pero a mi también me da igual, decime vos”. Aunque nuestra propuesta sea poco original, las primeras citas sirven para hablar, conocerse, tomar algo, etc. Recomiendo un bar cómodo, si es posible con sillones que pueden facilitar un futuro acercamiento, luminosidad justa y música chillout. El horario en el que la vamos a citar, no es un dato menor. Después de cenar es el mejor momento, a eso de las once, doce, no mucho más tarde. Si la cita no resulta, la posibilidad de escape debe estar siempre latente, la noche recién empieza.

La primera cita (2)


Los temas a tocar y como nos vamos a desenvolver va a ser fundamental. Si bien no es nada nuevo lo que voy a decir, lo más conveniente es ser uno mismo. Empezar a hablar de la vida, trabajo, estudios…y seguir con el amor y el sexo, sería una charla perfecta. Abordemos todo tema que creamos conveniente, aunque sin entrar en detalles. Preguntemos, pero con cautela; contemos, pero sin largar todo. Si vemos que todo va bien y si la chica nos interesa, no creo que sea necesario besar esa misma noche. Guardemos las caricias para la cita siguiente. Seguramente que todo esto va a depender de nuestro interés en ella, y de su interés y ganas, para con nosotros.

Una cita tiene diversos finales. Puede ser que todo termine en un gran fracaso: no hubo onda, conexión, intereses en común, etc. ¿O porque no coronar la mala noche con un clásico rebote? Ojo que también puede transformarse en una noche agitada y divertida, o puede ser una puerta que se abra para el futuro. Todo dependerá de cada uno. Transparencia y sinceridad, seguridad y simpatía. Es ahí que está la clave…

¿Alguna primera cita digna de ser contada?