
El mejor método para ganarse una mina, es que ella, mientras vos la estés chamuyando, no lo sepa, o mejor dicho: que no se de cuenta. Que no se entere que la estas seduciendo, que tus verdaderas intenciones pasen desapercibidas. Le vas a hablar como a cualquier otra, sin elogios ni indirectas. Es ella quien se va a interesar en vos y va a hacer lo posible por que pase algo. Sin hacerte amigo ni escuchar sus desgracias amorosas, vas a seducirla de a poco, con tus encantos, vas a ir conociendo sus gustos e historias, y vas a terminar enamorándola. Suena fácil pero no lo es. Caer en la tentación de darle antes de tiempo puede llevar a un rebote express, que te va a jugar en contra. Paciencia que ya va a caer, y cuando lo haga, se va a entregar por completo. Si bien el perfil “chamuyero” gana, a veces no es tomado en serio para una relación, o para dar el siguiente paso. Por eso también ganan los tímidos, los feos, los aburridos... Desentenderse sirve. Como quien no quiere la cosa, poco a poco, van a ir pasando cosas. Cuando la carne este a punto, habrá que aprovechar, porque si se pasa, va a ser otro el que la va a disfrutar…



