Hace un par de veranos solía ir a Pinamar con mis amigos. A la medianoche nos juntábamos en la Av. Bunge para luego terminar en el conocido Ku Pinamar. Sentadito, en un bar, pude observar un gran logro, una situación algo particular. Lo vi a Mariano Martinez que iba manejando su flamante auto… delante de él, en otro auto, una chica solitaria muy atractiva. Le bastó con hacer luces y saludarla por el espejito para que la dama detenga su auto a un costado. Los dos bajaron a charlar. Luego de unas breves palabras, la chica atinó a irse con el galán al telo más cercano. El mismo Mariano, al día siguiente, me confirmó y contó lo que había pasado. Mis sospechas eran ciertas y su fácil éxito con esa mujer era innegable.
miércoles, 19 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario