viernes, 30 de noviembre de 2007

Maduritas (II)


Dejando el amor a un costado, el joven pasará sus más agitadas noches en vela, intentando domar a un animal salvaje. Nadie mejor para complacer a una vieja musa guerrera, que un soldado con todas las armas listas para el combate. El joven de hormonas alteradas será el elegido para la misión. La desesperación puesta en evidencia y velozmente captada por las jovencitas, va a ser el fruto más preciado de la veterana hambrienta. Las profesoras del sexo, como las llaman en mi barrio, están cada vez más al acecho. Será cuestión de encontrar la indicada y entregarse; aprovechar las clases particulares y aprender cada vez más de estas profesionales.

Si la tuviste, ¡Contá tu experiencia con una madurita!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si la tuveeeeee!! ajaja unas cuantas mgrrrrrrr ajajaj .. mas q animal salvaje es un gato MONTEs! CUAK! jeje

Ariel dijo...

Que bueno esta este blog!!!!
La verdad que las veteranas son lo mejor para pasar momentos salvajes. No tienen prejuicios a la hora de hablar de gustos y placeres carnales, en general son de hacer de TODO, hasta si uno la hace bien, son capaces de enfiestarse. Yo tuve varias, y realmente aprendi mucho. Hoy me estoy convirtiendo yo en un veterano pero buen... jajajaja
un saludo grande!