lunes, 24 de septiembre de 2007

El amor de verano (2)


Una simple merienda, con mate y bizcochitos, mirando el atardecer, se va a transformar en el día más romántico de nuestras vidas. Vamos a bailar temas que nunca hubiéramos imaginado con tal de compartir con ella un momento más. La chica con la que habíamos quedado seguir, a pesar de las vacaciones, pasa a formar parte del pasado…la noche de amor anterior, en la playa y bajo las estrellas, nos hizo olvidar cualquier tipo de relación previa.

Un día el sueño termina y uno de los dos tiene que regresar. Bajo la promesa de “En Bs. As. hablamos” se desarrolla una emotiva despedida. Es justamente ahí cuando el amor de verano termina. Después de haber pensado en ella en el viaje de vuelta, ponemos un pie en nuestro hogar e instantáneamente nos olvidamos de ese amor, de esa aventura, recordada con cariño pero como parte del pasado. Todo amor de verano tiene sus excepciones, aunque su esencia está muy clara.

¿Qué pensás sobre el amor de verano? ¿Es amor verdadero o una simple aventura? ¡Contame tu romance de verano! ¿Siguieron en contacto o todo terminó ahí?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En el verano me quedé en Buenos Aires, ella se fue a la costa, me hizo cornudo y ahora ellos siguen en contacto.
Será una aventura? Un amor pasajero?
Sos un fenómeno, Faker. Saludos!

Faker dijo...

Creo que toda regla tiene sus excepciones jeje, y vos tuviste mala suerte. Pienso que las mujeres en la costa se transforman y tienen el si más fácil, así que es muy probable que sean infieles ... AHORA si la turra esa llega a volver arrepentida, que seguramente tarde o temprano lo va a hacer, ya sabes donde mandarla!

Pasar la prueba de las vacaciones no es tarea fácil para las/os comprometidos.

Saludos